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La Guardia seduce a Motril con un viaje sonoro a los 80

Reportaje Paulino Martínez Moré (Motril@Digital)

Motril@Digital.- Motril vivió esta noche una de esas veladas que se quedan grabadas en la memoria colectiva. El legendario grupo musical español La Guardia, icono del pop-rock nacional, consiguió reunir y emocionar a más de 4.000 personas en la Caseta Municipal del Ferial, confirmando que su música sigue tan vigente como en sus días de gloria.

Un repaso a cuatro décadas de éxitos

Desde los primeros acordes de Mil calles llevan hacia ti, el público se entregó sin reservas. Sonaron himnos como Cuando brille el sol, El mundo tras el cristal o Blues de la Nacional II, piezas que transportaron a muchos a la década de los 80, pero que también fueron coreadas por nuevas generaciones, prueba de que las buenas canciones no entienden de fechas.

La formación actual —Manuel España a la voz y guitarra, Javi Cano, Jean Louis Barragán y Paco Villamayor— desplegó una energía contagiosa sobre el escenario, con un sonido sólido que mezcla pop-rock con guiños al country y a la rumba, manteniendo la identidad que los hizo únicos.

Una gira más viva que nunca

La cita en Motril se enmarca dentro de una intensa gira de verano 2025 que ya ha pasado por Toledo, Madrid, Almería y Cádiz, y que aún tiene paradas previstas en Xinzo de Limia, Tenerife, Gran Canaria, Albacete, Navarra y Zaragoza. Lejos de vivir de la nostalgia, La Guardia está demostrando que su propuesta sigue fresca, que llenan recintos y que su conexión con el público es más fuerte que nunca.

Un público entregado

Durante dos horas de concierto, el recinto ferial se convirtió en un coro unánime. Hubo momentos para la euforia, como con Cuando brille el sol, y otros para la emoción más íntima, con baladas que recordaron la faceta más melódica del grupo. El carisma de Manuel España, único miembro fundador en activo, fue clave para mantener el pulso de la noche.

La Guardia, más que un grupo

Con más de 40 años de trayectoria, La Guardia ha sabido renovarse sin perder su esencia. Su éxito en Motril no solo fue una celebración de la música, sino también una demostración de que los clásicos pueden seguir conquistando escenarios y sumando seguidores.

Al despedirse, la banda prometió volver pronto. Y, a juzgar por los aplausos y las ovaciones de esta noche, Motril ya los espera con los brazos abiertos.