Más de 170 menores necesitan urgentemente un hogar de acogida en Granada
La ciudad de Granada se convirtió ayer en la primera de las diversas presentaciones previstas de la campaña ‘Solo quiero un hogar’ en Andalucía. A las 17.00 horas del jueves 8 de febrero de 2024 se dieron cita en el Centro Sociocultural Gitano Matilde Ortiz Arca, delegada de Inclusión Social, Juventud, Familias e Igualdad en Granada; Jorge Alberto Torres Segura, jefe de Servicio de Protección de Menores de Granada; Aurora Carbonell, de la Familia Morente, y madrina del evento; Lorenzo Pérez, influencer del ámbito social (@trabajosocialconfamilias); Karima el Harchi Biro, presidenta de la organización Aldaima y miembros de familias de acogida locales y asociaciones implicadas.
En el evento se abordó principalmente el concepto familia de acogida, y se trasladó la situación actual de menores en Granada. En 2023 se han atendido a 281 menores, a través de un total de 218 familias en la provincia de Granada; actualmente el perfil de menores que requieren acogimiento familiar con mayor urgencia es el de niños y niñas de 10 a 16 años, grupos de hermanos y hermanas (para que estén todos juntos), y el acogimiento de niños y niñas con necesidades especiales.
«En Granada tenemos cerca de 400 menores en los centros de protección, lo que es una barbaridad, sin duda. Hablamos de cifras y no hablamos de cifras, hablamos de un menor, de una vida, de una historia, de unos sueños… Y toda la sociedad tenemos obligación, no solo las familias y solamente la administración pública, de darle salida a esos menores y proporcionarles un futuro mejor» explicaba Jorge Alberto Torres Segura, jefe del Servicio de Protección de Menores de Granada, al comienzo del evento. «Son niños normales que se han adaptado a un entorno de supervivencia porque crecen en un entorno hostil» ampliaba Lorenzo Pérez, trabajador social y divulgador sobre protección de la infancia.
Además, para este evento se contó con la presencia de dos familias que actualmente participan con sus respectivos procesos de acogida en la capital granadina. «De repente te llega una personita, en nuestro caso una personita muy especial, con mucha energía que a veces te pregunta cosas que te descolocan un poco. Gracias a eso, nuestros hijos están aprendiendo de otras realidades. Por eso, animamos siempre, creemos que hay que apostar por esos niños y por darles un hogar» comentaba Olga Liñán Díaz tiene dos hijos biológicos junto a su pareja Nelson Quintero Rincón. Esta familia granadina tiene acogida a una pequeña de 6 años en la modalidad de permanente.
Y es que la trascendencia del acogimiento familiar remite positivamente en los menores que son acogidos, en los adultos que dan este paso, pero también lo resulta para hijos e hijas que ya formasen parte de estas familias. Susana Marruecos Fernández y Diego Arco Arco tienen dos hijos adoptados y ahora han abierto su hogar a pequeñas que necesitan una acogida, y que contribuyen al crecimiento de su familia. Actualmente tienen a dos bebés en la modalidad de acogimiento de urgencia: «igual que ayudaron a mi hija, pues nosotros queremos hacer esa misma labor». La familia puntualizaba en este sentido que «lo que estás haciendo es una labor de ofrecerles un hogar para que luego puedan irse a otra familia que les ayude a crecer. Y eso es lo que hay que hacer ver a la gente y quitarles ese miedo: es que el niño no es para ti. Tú le vas a ayudar para que pueda seguir su camino».
«Pueden ser familias monoparentales, homoparentales… Hay que tener en cuenta que en cada una de ellas puede haber eso que justo necesita ese niño o niña que espera una familia» explicó Karima el Harchi Biro, presidenta de Aldaima, en relación con la importancia de sumar más familias de acogida a esta campaña y lo positivo de la diversidad de estas.
Las organizaciones andaluzas Aldaima, Alcores, Apraf-a e Infania se han unido para la puesta en marcha de la compaña ‘Solo quiero un hogar’ con la que pretenden concienciar y difundir la importancia del rol de familias acogedoras, especialmente dados los datos que actuales que sitúan a aproximadamente 2.000 niños y niñas que requieren con urgencia de este tipo de ayuda.
Las familias acogedoras son familias solidarias que cuidan a estos niños y niñas el tiempo que necesitan mientras su familia biológica no puede hacerlo. De esta manera, se evita que los menores tengan que crecer en centros de protección. El acogimiento familiar es, por tanto, una medida temporal. Mientras, la familia biológica puede solucionar los problemas que tiene para que sus hijos e hijas puedan volver a la que siempre fue su casa. Si esto no ocurre, se pone en marcha un protocolo para buscar otra medida de protección más estable.
La relevancia del rol de estas familias reside en la necesidad de que estos menores puedan pasar el máximo tiempo posible en un hogar y tengan asegurado su derecho a crecer en una familia. Generalmente, cuando estos niños y niñas no pueden residir con sus familias por diversos motivos que pueden ir desde hospitalizaciones de los progenitores a situaciones más graves como negligencias en los cuidados, abandono o adicciones entre otras cuestiones, lo hacen en un centro de protección, que les garantiza cuidado y atención. Idealmente, y gracias a campañas como ‘Solo quiero un hogar’, estos menores pueden convivir durante largos periodos de tiempo con una familia acogedora que les facilite un ambiente hogareño y familiar donde recibir cariño, cuidados y atención.
El proceso legal y administrativo que gestiona los acogimientos familiares prioriza siempre que los perfiles de familias acogedoras puedan atender lo mejor posible las diversas necesidades de cada niño o niña. Además, hay varias modalidades diferentes de acogimiento: está el de urgencia, el temporal y el permanente. Pero lo más importante que quieren transmitir desde las organizaciones que potencian esta campaña es “cómo el acogimiento familiar puede tener un impacto radicalmente positivo en estos menores y cambiar sus condiciones de vida en su presente y futuro, facilitándoles amor, hogar y oportunidades distintas”.