Localizados los nueve migrantes que llegaron a nado a la playa de Castell de Ferro. Algunos fueron retenidos por los propios bañistas
Castell de Ferro (Granada), 4 ago 2025 – La imagen parecía sacada de una escena de película, pero ocurrió a plena luz del día, en una playa familiar de la costa granadina. Nueve personas de origen magrebí llegaron el domingo a nado a la playa del Sotillo, en Castell de Ferro, tras saltar al agua desde una narcolancha que se acercó peligrosamente hasta la orilla. Lo más llamativo: varios de ellos fueron retenidos por los propios bañistas antes de que llegara la Guardia Civil. La Benemérita culminó la operación de búsqueda rápida y eficazmente.
Ahora, todos están localizados y se encuentran en el Centro de Atención Temporal de Extranjeros (CATE) de Motril. Allí reciben comida, atención médica y un espacio seguro mientras se tramita su expulsión del país, según ha informado el subdelegado del Gobierno en Granada, José Antonio Montilla.
La escena dejó atónitos a quienes disfrutaban de una jornada de playa con sus familias. Desde la toalla, muchos vieron cómo la lancha semirrígida, similar a las que se usan para el tráfico de drogas, se acercaba a toda velocidad hasta casi tocar la orilla. Sus ocupantes se lanzaron al mar e intentaron mezclarse entre los bañistas, algunos aún empapados. Pero la sorpresa inicial se convirtió en acción: varios ciudadanos no dudaron en ayudar a contener a los recién llegados hasta que llegó la Guardia Civil.
Montilla ha explicado que las llegadas de migrantes por mar a las playas de Granada han sido mínimas este año. De hecho, esta ha sido solo la segunda embarcación detectada en lo que va de 2025. Aun así, el uso de este tipo de narcolanchas preocupa: son rápidas, difíciles de detectar y cada vez más utilizadas para cruzar el Estrecho, no solo con mercancías ilícitas, sino también con personas que buscan una vida mejor.
Mientras tanto, los nueve migrantes esperan en el CATE. Un lugar discreto, con más humanidad que lo que el nombre técnico sugiere: allí se les da lo básico… alimentos, atención médica, cobijo, en un momento de incertidumbre absoluta.
Aunque su destino legal parece ya escrito, su historia, marcada por el riesgo, el miedo y la esperanza, quedó escrita en la arena de Castell de Ferro.