la-lonja-pesquera-de-motril-se-hace-eco-del-momento-complicado-que-atraviesa-ante-la-parada-biologica

La lonja pesquera de Motril se hace eco del momento complicado que atraviesa ante la Parada Biológica

Semana complicada para los pocos pesqueros que se encuentran faenando, mientras el resto de la flota permanece en Parada Biológica, así se ha expresado la lonja de Motril.

La pesca, actividad esencial y tradicional en Motril y su comarca, enfrenta retos considerables debido a las inclemencias meteorológicas. Las condiciones climáticas adversas, como tormentas, oleajes intensos y fuertes vientos, complican no solo la seguridad de los pescadores, sino también afectan la economía local y la disponibilidad de productos frescos en las lonjas.

El sector pesquero depende en gran medida de la estabilidad y previsibilidad climática para operar de manera eficiente. Cuando el mal tiempo impide la salida de las embarcaciones, las comunidades costeras experimentan una disminución de ingresos y un aumento de la incertidumbre. Esto subraya la necesidad de desarrollar estrategias de adaptación, incluyendo mejores prácticas de seguridad y el uso de tecnologías de predicción meteorológica.

El clima extremo también tiene un impacto directo en la calidad y cantidad de las capturas. Períodos prolongados de mal tiempo interrumpen los ciclos de pesca, afectan la reposición de especies y alteran los precios en el mercado. En este contexto, las lonjas desempeñan un papel crucial al garantizar la trazabilidad y legalidad del pescado, incluso en situaciones adversas.

Las comunidades pesqueras, acostumbradas a convivir con la incertidumbre, requieren un respaldo adecuado a través de políticas de apoyo, infraestructura adaptativa y colaboración entre el sector público y privado. Solo con estas medidas será posible mitigar el impacto de las inclemencias climáticas y asegurar la sostenibilidad de una actividad fundamental para la economía y la cultura locales.