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Granada late al ritmo del XXI Festival Internacional de Poesía en la Huerta de San Vicente

Reportaje Ramón Martín (Motril@Digital)

Vídeo: Intervención de Poetas + Concierto integro de Miguel Poveda

Granada ha vuelto a ser hoy el corazón palpitante de la poesía. En la mágica Huerta de San Vicente, hogar de veranos lorquianos y memoria viva de Federico García Lorca, ha tenido lugar la inauguración del vigesimoprimer Festival Internacional de Poesía (FIP), un encuentro que convierte, una vez más, a la ciudad en un faro cultural de alcance internacional. Con la presencia de la alcaldesa Marifrán Carazo y bajo la dirección de Remedios Sánchez y Daniel Rodríguez Moya, esta edición se presenta como la más ambiciosa y diversa hasta la fecha, reuniendo a siete premios nacionales, escritores de catorce países y músicos de primer nivel en cinco días de diálogo artístico que enlazan pasado, presente y futuro.

La alcaldesa ha destacado el valor estratégico del festival dentro de la candidatura de Granada como Capital Europea de la Cultura 2031, subrayando que eventos como este “emocionan, inspiran y transforman”, y confirman la capacidad de la ciudad para acoger propuestas culturales de primer orden.

La jornada de hoy ha sido una celebración de la palabra. Han resonado en los jardines lorquianos las voces del uruguayo Rafael Courtoisie, la sensibilidad literaria de Manuel Rivas y la hondura poética de Piedad Bonnett. La actriz Irene Escolar ha traído el teatro a la conversación literaria, desgranando emociones junto al periodista Moisés Rodríguez en un diálogo íntimo y brillante.

Pero si hubo un momento que se grabó con fuerza en la memoria de todos los asistentes, fue el cierre de la noche: Miguel Poveda, en un homenaje sincero y estremecedor a Lorca, desbordó los límites de la emoción. Su cante, tejido de duende y temblor, acarició los versos del poeta universal con una reverencia que solo los grandes son capaces de sostener. Poveda no solo cantó a Lorca, lo revivió. Con él, la noche se hizo arte puro y Granada, otra vez, recordó que la poesía no es solo palabra: es alma que canta.