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El Real Madrid sobrevive a otra montaña rusa y conquista Granada con un último cuarto de orgullo (100-111)

Reportaje Ramón Martín (Motril Digital)

Motril Digital.- El Real Madrid volvió a ganar… y volvió a sufrir. Y mucho. En un Palacio de Deportes encendido, donde el colista Covirán Granada jugó con alma de gigante, el equipo de Scariolo firmó una victoria tan valiosa como inquietante (100-111). Porque los blancos enlazan ya siete triunfos en ocho partidos y recuperan el liderato de la ACB (7-1), pero su tendencia a vivir al borde del abismo se está convirtiendo en una peligrosa rutina.

Granada, que este curso ya había sorprendido al líder Valencia, tuvo al gigante contra las cuerdas. No fue una amenaza pasajera: los rojinegros llegaron al último cuarto por delante (79-78) y obligaron al Madrid a un ejercicio extremo de supervivencia. Y lo lograron porque Mario Hezonja, discutido por juego y por actitud en las últimas semanas, decidió rebelarse. Anotó 14 de sus 20 puntos en un último cuarto descomunal, cargado de determinación y jerarquía, y apagó el incendio que él mismo y sus compañeros habían alimentado durante un tercer periodo calamitoso.

Un inicio eléctrico y un intercambio de golpes sin respiro

El partido nació encendido. Maledon comenzó mandón, claro en la dirección y agresivo en cada lectura ofensiva. Pero enfrente apareció un Lluis Costa incontenible: 11 puntos, tres triples y el liderazgo absoluto de un Covirán Granada que golpeaba cada vez que el Madrid amagaba con escaparse. El 29-31 del primer cuarto no era fruto del azar, sino de un ritmo frenético que dejaba claro que el colista no pensaba firmar una noche rutinaria.

El segundo periodo mantuvo el equilibrio. Los blancos cayeron pronto en bonus y sufrían cada ataque interior granadino, mientras Lyles sostenía a los suyos con acciones individuales. Sólo el empuje final de Okeke y Abalde permitió a los de Scariolo irse al descanso con un cierto respiro (48-56).

La segunda parte comenzó con un Madrid explosivo en ataque. Tavares imponía su ley, Okeke castigaba desde dentro, Maledon marcaba el compás y la ventaja se estiró hasta un 61-71 que parecía anunciar un despegue definitivo. Pero el guion ya no sorprende a nadie: este equipo domina, pero se desconecta. Y se desconectó.

Granada olió sangre, corrió como si no hubiera mañana y convirtió cada error blanco en gasolina para la remontada. El parcial de 22-6 reflejaba la intensidad de los andaluces y el apagón mental del Madrid, que pasó de sentirse dueño del partido a ser una sombra encogida. El 79-78 que abría el último cuarto explicaba mejor que cualquier análisis la deriva del choque.

El tramo final exigía carácter, y ahí apareció el Madrid que compite cuando más duele. Usman Garuba, lleno de energía y decisión, marcó el tono defensivo. Y en ataque, Hezonja se adueñó del foco: triples, penetraciones, lectura, liderazgo. Fue su cuarto: él lo quiso y él lo ganó.

Mientras, Granada, guiado por Costa, Kljajic y Bozic, se negaba a rendirse. Pero cada embestida local encontraba una respuesta blanca: un rebote de Garuba, una aparición de Tavares, un fogonazo de Hezonja. Sin sobrarle brillantez ni continuidad, el Real Madrid acabó imponiendo su calidad para cerrar un partido que deja tantas victorias como dudas.

El Madrid ganó, sigue ganando y manda en la clasificación. Pero lo hace atrapado en una montaña rusa emocional que le hace perder ventajas, regalar tramos enteros de partido y depender de fogonazos individuales para sobrevivir. En Granada volvió a quedar claro: la calidad llega para rescatarle, pero la irregularidad amenaza con condenarle.

La preocupación crece; los resultados, de momento, lo sostienen. Y el Palacio, que sueña con una salvación heroica, se marchó ovacionando a un Covirán que no tiene alma de colista. El Madrid, mientras tanto, se fue con una victoria que celebra… pero que no tranquiliza.

Covirán Granada (29+19+31+21 puntos por cuarto, total):
Cinco inicial: Costa (17), Thomas (17), Valtonen (6), Bozic (15) y Hankins (17)
Suplentes: Rousselle (3), Kljajic (14), Burjanadze (6), Babatunde (6) y Durán (0)

Real Madrid (31+25+22+33 puntos por cuarto, total):
Cinco inicial: Maledon (18), Kramer (5), Hezonja (20), Okeke (14) y Tavares (12)
Suplentes: Feliz (2), Lyles (9), Abalde (8), Procida (0), Llull (13), Almansa (2) y Garuba (6)