CCOO se moviliza ante la Oficina de Extranjería «donde reina el caos y la sobrecarga con la reforma del Reglamento»
Delegadas y delegados de CCOO, junto a trabajadores de la Oficina de Extranjería, se han concentrado frente a la sede provincial de la Delegación para denunciar «las penosas condiciones económicas, la falta de formación adecuada, y la ausencia de instrucciones claras tras la reforma del reglamento de Extranjería, que ha generado miles de expedientes desde el pasado 20 de mayo».
En opinión de CCOO «a pesar de las movilizaciones y denuncias previas, la situación no ha mejorado sino que ha empeorado drásticamente. Desde el 20 de mayo, día de entrada de la reforma del reglamento de Extranjería se han generado miles de expedientes».
CCOO denuncia que tras más de diez días desde la entrada en vigor del nuevo reglamento todavía faltan instrucciones sobre este texto, lo que deja a las y los funcionarios sin una guía precisa para la correcta gestión de los expedientes. «Además, la Administración sigue sin asumir su responsabilidad en la formación de las nuevas personas funcionarias interinas, dejando esta tarea en manos de las y los trabajadores con experiencia. Esto no solo ralentiza la tramitación, sino que expone aún más a los empleados y empleadas a una presión insoportable», señala el sindicato.
CCOO exige respuestas inmediatas y soluciones concretas. Para CCOO «no se puede seguir ignorando la gravedad de la situación ni normalizando la precariedad laboral del personal de Extranjería. Por ello, el sindicato hace un llamamiento a todas las partes afectadas, tanto a empleadas y empleados públicos como a la ciudadanía extranjera y las organizaciones sociales, para que den visibilidad a esta grave crisis. La situación en Extranjería afecta no solo a su personal, sino también a miles de ciudadanos y ciudadanas y a empresas que dependen de un sistema colapsado. Es hora de que demos la importancia debida a unas ciudadanas y ciudadanos extranjeros que aportan riqueza con su trabajo a nuestro país y que no pueden ser tratados, al igual que el personal de Extranjería, como ciudadanos de segunda clase», manifiesta.