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Carchuna vuelve a quedarse sin parte de su playa en pleno julio: el alcalde pide explicaciones por la contaminación

Carchuna (Motril). Otra vez. La playa de Carchuna ha vuelto a cerrar uno de sus tramos más frecuentados por la presencia de bacterias fecales en el agua. Así lo ha anunciado el presidente de la ELA de Carchuna-Calahonda, Juan Alberto Ferrer, quien ha comparecido para explicar que, aunque la situación se repite apenas dos semanas después del primer cierre, las causas siguen sin estar del todo claras.

El área afectada se encuentra entre el Castillo de Carchuna y el popular chiringuito La Patana, una zona habitual de baño para familias, vecinos y turistas. Desde primera hora del día, ondeaba la bandera roja y tanto socorristas como personal de Protección Civil advertían a los usuarios de que, por precaución, estaba prohibido bañarse.

“No teníamos datos precisos, pero sí la convicción de que no podíamos quedarnos con los brazos cruzados”, declaró Ferrer, visiblemente molesto por la falta de información oficial sobre lo que está ocurriendo. Según detalló, desde que se decretó el primer cierre el pasado 10 de julio, la ELA ha estado trabajando sin descanso: recopilando documentación, pidiendo informes y finalmente presentando una denuncia formal ante la Fiscalía y el SEPRONA.

Y justo cuando culminaban ese proceso, este 24 de julio, la playa volvió a ser clausurada por segunda vez. Un nuevo golpe que ha generado más dudas que respuestas.

Ferrer quiso dejar claro que la entidad local no tiene competencias directas en depuración ni en saneamiento, pero sí una responsabilidad clara: “velar por la seguridad, la información y la tranquilidad de quienes viven aquí y quienes nos visitan”.

Por eso, insiste, han iniciado una investigación formal. “Lo que pedimos es simple: transparencia, coordinación y una comunicación fluida con los territorios afectados”, dijo. Para el presidente, lo que está en juego va mucho más allá de un simple cierre: “Cuando se cierra una playa no solo se pone una bandera roja, se frena la vida económica, social y emocional de todo un pueblo”.

Desde la ELA se comprometen a seguir trabajando “con serenidad y firmeza” para que se aclaren los hechos y, sobre todo, para que no vuelvan a repetirse. Mientras tanto, la incertidumbre sigue presente en pleno verano.