Tarde grande tras la tormenta: Morante, Roca Rey y Aguado a hombros en una corrida de ritmo creciente
Reportaje Ramón Martín (Motril@Digital)
Una hora después de la tromba de agua que obligó a acondicionar el ruedo, Granada respondió con una corrida de toros que fue de menos a más y terminó en clamor. Morante de la Puebla, Roca Rey y Pablo Aguado salieron a hombros tras firmar una tarde de toreo diverso y entrega total. Los tres cortaron orejas de peso y se repartieron el protagonismo de una jornada que fue creciendo faena a faena.
Morante, que había tenido que abreviar con su primero tras una devolución por lesión y la falta de fondo del sobrero, se desquitó en el cuarto. Lo recibió con un farol y chicuelinas, y a partir de ahí hilvanó una faena de enorme templanza, improvisación y pureza por el pitón derecho. Tras una estocada certera, paseó dos orejas, que dedicó acercándose al tendido 5, donde se encontraba la diputada Cayetana Álvarez de Toledo, presente en la plaza. El gesto fue recibido con una ovación cerrada.
Roca Rey se vio obligado a abreviar en su primer turno, ante un toro que se quedó sin apoyos y sin transmisión. Pero en el quinto firmó una faena explosiva desde el inicio, comenzando de rodillas con la muleta y construyendo una obra poderosa por el derecho, con rotundidad y conexión. Tras una estocada al segundo intento, paseó las dos orejas.
Pablo Aguado fue el encargado de cerrar el cartel y redondeó su paso por Granada. Cortó una oreja a cada toro. En el tercero, un sobrero con genio y querencia, toreó con sobriedad, verticalidad y gusto. En el sexto, con un toro noble pero justo de finales, se impuso con estética relajada, toreo limpio y temple. Solo un pinchazo previo a la estocada evitó mayor premio.
Los tres toreros salieron a hombros entre aplausos unánimes, en una corrida que comenzó cuesta arriba y terminó siendo una de las más completas