Francesco Arcuri vuelve a casa con su hijo tras la entrega en Granada
Reportaje Ramón Martín (Motril@Digital).– Después de días de incertidumbre y tensión, Francesco Arcuri ha podido reencontrarse con su hijo, tras la entrega del menor por parte de Juana Rivas en el juzgado de La Caleta, en Granada.
Padre e hijo han iniciado el largo viaje de regreso a Italia. Primero pondrán rumbo a Madrid, donde tomarán un vuelo hacia Cagliari, en la isla de Cerdeña. Desde allí, les espera un último trayecto hasta Carloforte, el pequeño pueblo costero donde vive Arcuri y donde el niño retomará su vida cotidiana, lejos del foco mediático que ha rodeado este caso en los últimos años.
Un cierre, al menos provisional, para una historia familiar marcada por la distancia, los tribunales y la espera.
Silencio, cámaras y tensión: así fue la entrega del hijo de Juana Rivas
Esta mañana, los padres del hijo menor de Juana Rivas y Francesco Arcuri han vuelto a encontrarse, aunque no cara a cara, en un escenario ya conocido: el Juzgado de Familia de La Caleta. El motivo, una vez más, ha sido la entrega del niño, de apenas 11 años, en medio de una situación cargada de tensión y delicadeza.
Con la intención de proteger al menor tras el fallido intento anterior, la jueza decidió que todo se hiciera con la mayor discreción posible. Nada de entradas públicas, ni aglomeraciones. Solo los abogados, y un coche para cada uno, accediendo directamente al edificio judicial.
Juana Rivas llegó sobre las nueve de la mañana junto a su abogado, Juan de Dios Ramírez. Francesco Arcuri lo hizo poco después, acompañado de su letrado, Enrique Zambrano.
Pero, a pesar del esfuerzo por evitar una nueva escena mediática, no fue posible. Desde primera hora —incluso antes— cámaras y periodistas esperaban frente al juzgado. La avenida del Sur, por donde accedieron los protagonistas, fue cortada al tráfico, reservada exclusivamente para los vehículos implicados en el procedimiento. Todo bajo la vigilancia de un operativo especial de las Policías Nacional y Local.
Pasadas dos horas, Juana Rivas abandonó el lugar en el mismo coche en el que había llegado. Posteriormente los hizo el Gabriel Arcuri con su hijo y escoltado por la policía en otro automóvil, en dirección al aeropuerto de Málaga rumbo Madrid-Cerdeña.