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Melody se hunde en Eurovisión 2025 y Austria se corona en una final marcada por la polémica con Israel

Reportaje Ramón Martín

Austria ha brillado con luz propia en la edición 2025 del Festival de Eurovisión, alzándose con la victoria tras obtener 436 puntos, mientras que España ha vivido una de sus noches más amargas, relegada a la antepenúltima posición con tan solo 37 puntos. Melody, la representante española, firmó una actuación vocal impecable, pero ni su talento ni su entrega lograron evitar el peor resultado para nuestro país desde 2017.

El impacto de la política en la música

La jornada estuvo marcada por la controversia previa a la gran final, cuando RTVE fue señalada por Israel ante la Unión Europea de Radiodifusión (UER) por emitir un comentario considerado político durante la segunda semifinal. En la transmisión de La 2, los comentaristas afirmaron:

“Este año Radiotelevisión Española ha solicitado a Eurovisión un debate sobre la participación de Israel en el festival. Las víctimas de los ataques israelíes en Gaza superan ya las 50.000 y entre ellos más de 15.000 niños y niñas según Naciones Unidas…”.

Israel presentó una queja formal, y la UER advirtió que podría haber sanciones si se repetían comentarios similares en la final. Esta tensión geopolítica ha generado especulaciones entre eurofans y analistas, que ven en el resultado de España una especie de castigo indirecto por la postura de RTVE.

Melody, víctima colateral

Pese a su excelente desempeño sobre el escenario, Melody no logró conectar con los jurados ni con el público europeo. La artista sevillana solo recibió votos de cinco países: Suecia (2), Azerbaiyán (5), Malta (5), Francia (5) y Albania (10), sumando 27 puntos del jurado. A ellos se añadieron 10 del televoto, totalizando 37 puntos que le situaron en el puesto 24 de 26.

Ana María Bordas, jefa de delegación, calificó el resultado como “decepcionante”, y apuntó que el despliegue vocal de Melody “no ha sido premiado como corresponde por Europa”.

Una final reñida hasta el último voto

Austria se impuso con autoridad gracias a una propuesta sólida y emotiva que conquistó tanto a jurado como a público. Le siguió muy de cerca Israel, que con A New Day Will Rise de Yuval Raphael acumuló 357 puntos. El bronce fue para Estonia, que sorprendió con Espresso Macchiato, una interpretación cómica de Tommy Cash que sumó 356 puntos, apenas uno menos que Israel.

Suecia, gran favorita en las casas de apuestas, se quedó con una discreta cuarta posición, mientras que Italia completó el top 5 con Volevo Essere Un Duro de Lucio Corsi, una propuesta que enamoró con su estilo retro y sensibilidad lírica.

Una edición tensa y dividida

La edición 2025 pasará a la historia no solo por la victoria austriaca, sino por la tensión política que la rodeó. Lo que debía ser una fiesta de la música y la diversidad se vio inevitablemente salpicada por el conflicto en Oriente Medio y la controversia sobre los límites del discurso en un evento que, en teoría, promueve la unidad y la paz.

En lo artístico, la calidad de las propuestas ha sido destacada, con votaciones muy repartidas y un alto nivel general. Sin embargo, para España, esta edición deja un sabor amargo y muchas preguntas por responder: ¿hasta qué punto ha pesado la política en nuestro resultado? ¿Deberá RTVE reconsiderar su papel en el festival? ¿Y qué dirección tomará España de cara a 2026?

Mientras tanto, Austria celebra su triunfo, y Europa se despide de Basilea con una mezcla de euforia, polémica y reflexión.