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Los invernaderos solares, un aliado ante el desafío climático

Estudios demuestran cómo los invernaderos solares del Sur de Europa mitigan el calentamiento global gracias a su efecto albedo, reduciendo la temperatura media de la zona. 

La campaña ‘Es de invernadero. Frutas y Hortalizas Sostenibles de Europa’ destaca el impacto positivo de esta forma de producción sostenible, que ha conseguido amortiguar el calentamiento global en algunas provincias productoras como Almería.

Los invernaderos solares son el epicentro de la producción sostenible de frutas y hortalizas en el Sur de Europa. En los últimos años, investigaciones científicas han demostrado que este modelo tiene un efecto climático positivo: contribuye a mitigar el calentamiento global y a reducir la temperatura media de las comarcas productoras gracias al efecto albedo.

Un estudio publicado en Yale Environment 360 y diversos trabajos por Pablo Campra en la Universidad de Almería respaldan esta conclusión: las miles de hectáreas de Almería y Granada, principales provincias productoras de los invernaderos solares en el Sur de Europa, y sus cubiertas reflectantes aumentan el albedo de la superficie terrestre, reduciendo la absorción de radiación solar y generando un enfriamiento local significativo. Hasta 2012 se registró un enfriamiento neto de -0,3 grados por década en esta zona. Sin embargo, en los dos últimos años, al igual que en el resto de España, el efecto albedo parece haber mitigado algo menos el intenso calentamiento regional, dando como resultado una estimación de tendencia casi plana en la temperatura media local de +0,07 grados por década en todo el periodo histórico desde 1983.

Una estrategia climática que surge de la agricultura

El efecto albedo de los invernaderos en el Campo de Dalías, situado en Almería, al sureste de Europa, ha sido objeto de un exhaustivo análisis por parte del investigador Pablo Campra. Sus estudios demuestran que el aumento de la reflectividad de la tierra por la presencia de estructuras plásticas genera una reducción de la radiación solar neta de casi 20 vatios en promedio anual por metro cuadrado, amortiguando los efectos del calentamiento global en la zona.

“Hasta ahora se ha comprobado que los invernaderos solares producen una amortiguación local de la tendencia global y regional al calentamiento de las temperaturas medias, además de la compensación parcial del efecto térmico de la huella de carbono achacable a todo el proceso productivo, que hemos estimado puede computarse como una reducción del 40% del total de las emisiones directas e indirectas”, ha explicado Pablo Campra.

Este fenómeno ha captado la atención de investigadores climáticos en todo el mundo, que están haciendo simulaciones en entornos urbanos, aumentando su reflectancia superficial. Sin embargo, el caso almeriense sigue siendo un referente por la magnitud del enfriamiento constatado en una experiencia real y su impacto en la reducción de la huella del carbono en el sistema productivo.

Otra de las características de este sistema de producción sostenible que se ha visto reflejada también en el trabajo Global and Local Effect of Increasing Land Surface Albedo as a GeoEngineering Adaptation/ Mitigation Option: A Study Case of Mediterranean Greenhayse Farming de la editorial Intechopen. Este efecto indirecto se denomina “high yield conservation”. “Se ha observado en las últimas décadas una masiva recuperación espontánea del monte mediterráneo, ayudada por las repoblaciones forestales”, ha señalado su autor, Pablo Campra.

¿Una solución para las ciudades?

Las implicaciones del hallazgo van más allá de la agricultura y de los invernaderos solares: se está estudiando aumentar el albedo mediante materiales reflectantes para reducir las temperaturas en zonas urbanas densamente pobladas. De hecho, investigaciones realizadas por la Universidad de Almería han explorado el potencial del blanqueo de cubiertas en Madrid, donde un incremento del albedo urbano podría disminuir las temperaturas estivales en hasta 2°C, ofreciendo una alternativa viable para reducir el consumo energético en climatización y mejorar la calidad del aire.

Una oportunidad para la agricultura

La Organización Interprofesional de Frutas y Hortalizas de España, HORTIESPAÑA, ve positiva la validación científica de estos efectos, que refuerzan el papel de los invernaderos no solo como motores económicos y sociales, sino como aliados en la lucha contra el calentamiento global. La compensación del impacto climático de la producción hortícola se estima en un 45%, gracias al balance entre las emisiones generadas y el efecto albedo, según el estudio publicado por Pablo Campra en 2011 en la revista The International Journal of Life Cycle Assessment con el título Including CO2-emission equivalence of changes in land surface albedo in life cycle assessment. Methodology and case study on greenhouse agriculture. En el estudio, se analizó el impacto del efecto albedo mediante metodología de Análisis de Ciclo de Vida, concluyendo que dicho efecto puede compensar significativamente la huella de carbono de los invernaderos.

En este sentido, el presidente de HORTIESPAÑA, Juan Tomás Cano, destaca su aplicación científica para mitigar los efectos del calentamiento global. “Mostrar a Europa lo que podemos hacer desde los invernaderos solares, más allá de la producción de frutas y hortalizas, es esencial para dar a conocer y dar valor a este sistema de producción sostenible”, ha dicho Cano y ha añadido que “mientras el mundo busca soluciones innovadoras para enfrentar el desafío climático, la ciencia ha demostrado que los invernaderos solares del Sur de Europa podrían, no solo alimentar a millones de personas, sino también contribuir a mitigar los efectos del calentamiento global”.

Sobre Esdeinvernadero.es

 ‘Es de invernadero. Frutas y Hortalizas Sostenibles de Europa’ es una iniciativa cofinanciada por la Unión Europea en el marco del programa de promoción agroalimentaria ‘Enjoy, It´s from Europe’, que promueve la producción agrícola sostenible en invernaderos solares del sur de Europa. Su objetivo es acercar a los consumidores los beneficios de este modelo eficiente y responsable, garantizando frutas y hortalizas frescas, saludables y accesibles durante todo el año.

La campaña está respaldada por HORTIESPAÑA, la Interprofesional Española de Frutas y Hortalizas, que trabaja para impulsar el reconocimiento del sector hortofrutícola bajo invernadero a nivel nacional e internacional, promoviendo su compromiso con la sostenibilidad, la innovación y la seguridad alimentaria.