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La Villa Romana de Las Gabias resurge como un complejo rural de alto rango tras cuatro campañas arqueológicas

Reportaje Ramón Martín (Motril@Digital)

La consejera de Cultura, Patricia del Pozo, y la alcaldesa María Merinda Sábada presentan los últimos hallazgos en uno de los yacimientos más importantes de Andalucía

El yacimiento arqueológico de la Villa Romana de Las Gabias ha vuelto a ocupar un lugar central en el mapa del patrimonio histórico andaluz tras cuatro campañas consecutivas de investigación que han revelado su auténtica dimensión como complejo rural de alto rango. La presentación oficial de estos avances ha tenido lugar este viernes con la presencia de la consejera de Cultura y Deporte de la Junta de Andalucía, Patricia del Pozo, y la alcaldesa del municipio, María Merinda Sábada, acompañadas por representantes institucionales, investigadores universitarios y técnicos del proyecto.

Fin a décadas de olvido

Del Pozo ha subrayado que los trabajos desarrollados desde 2022 han roto “con el olvido, la injusticia y los años de maltrato” sufridos por un yacimiento que llevaba treinta años sin intervenciones significativas. Descubierto hace más de un siglo y con una última excavación relevante en 1995, el enclave ha cobrado nueva vida gracias a la apuesta decidida de la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Las Gabias, junto con las universidades de Granada, Jaén y Málaga.

“Hoy reescribimos una nueva página de la historia de Las Gabias”, ha afirmado la consejera. “Esta villa romana ha dejado de ser el ‘baptisterio’ aislado que durante décadas se interpretó erróneamente para pasar a reivindicar su lugar como centro neurálgico de la vida económica y social en la Vega de Granada durante la Antigüedad”.

Un yacimiento monumental con nuevas claves

El equipo científico, liderado por el arqueólogo Manuel Moreno Alcaide, profesor de la Universidad de Málaga, ha documentado hallazgos clave que sustentan la nueva lectura del enclave. Entre ellos destacan:

Una escalinata monumental de mármol descubierta en 2022 que daba acceso al criptopórtico y evidenciaba el alto estatus del propietario.

Un pavimento sobre la bóveda hallado en 2023, que sugiere la existencia de un jardín superior con estanque.

La delimitación de dos áreas funcionales en 2024, una ‘pars rustica’ agrícola con una almazara ya conocida desde 1995, y una ‘pars urbana’ con dependencias decoradas con mosaicos geométricos y motivos arquitectónicos.

La localización en 2025 de una estructura termal, descubierta en una parcela privada, que confirma la complejidad y riqueza del asentamiento.

Además de elementos arquitectónicos y mosaicos, los arqueólogos han identificado mármoles importados del Mediterráneo (Egipto, Grecia, Turquía, Italia) y teselas de pasta vítrea policromada, que hablan del poder económico de la villa.

Hacia la musealización y apertura al público

La Junta de Andalucía ha anunciado también su intención de avanzar en la musealización del criptopórtico, que actualmente ya puede visitarse en el marco del programa autonómico Conoce los enclaves arqueológicos de Granada. Más de 500 personas han participado en las visitas guiadas al enclave durante el último año, lo que confirma el creciente interés ciudadano.

Para la alcaldesa de Las Gabias, María Merinda Sábada, la villa romana es “más que un yacimiento arqueológico; es una oportunidad de desarrollo, un legado que nos corresponde preservar y proyectar hacia el futuro”. En su intervención ha agradecido el respaldo institucional y ha destacado que “este proyecto integra a la ciudad con su memoria histórica y la convierte en un referente cultural más allá de sus fronteras”.

Una investigación con visión de futuro

El proyecto, que cuenta con cinco anualidades previstas, seguirá desarrollándose con la coordinación de la Universidad de Málaga y la participación activa de investigadores de las universidades de Granada y Jaén, como los doctores Pablo Ruiz Montes, Fernández García y Rodríguez Ariza. El objetivo: seguir desvelando las claves de este enclave singular que, según todos los indicios, fue una de las villas más grandes de la Bética romana.

Como ha concluido el arqueólogo Manuel Moreno, “lo que antes era un champiñón solitario en mitad de unas parcelas, hoy empieza a revelarse como un conjunto integrado y monumental. Esta villa tiene dignidad, historia y muchas historias que aún nos tiene que contar”.