La Peña La Platería acoge un emotivo homenaje por los 600 años del pueblo gitano en España
Reportaje Ramón Martín (Motril@Digital). La Peña La Platería acoge un emotivo homenaje por los 600 años del pueblo gitano en España, con voces imprescindibles como Juan Pinilla, Noelia Cortés, Coco Reyes, Reinaldo Fernández y la clausura institucional de Elma Saiz.
En un lugar cargado de simbolismo como la Peña La Platería, cuna del flamenco y refugio de memorias, Granada celebró este jueves el acto “El arte como altavoz de la cultura gitana”, con motivo del 600 aniversario de la llegada del pueblo gitano a España. Más allá de un acto cultural, fue una declaración colectiva de dignidad, identidad y resistencia frente a siglos de invisibilización y estigma.
El encuentro, que comenzó a las 11:00 horas en la Placeta de Toqueros, fue inaugurado por Juan Pinilla, cantaor, escritor y miembro de la junta directiva de la Peña. Con una intervención apasionada, recordó que los gitanos llegaron a estas tierras incluso antes de que existiera el concepto de “España”, y que su legado cultural es inseparable de la historia andaluza y europea. “La historia gitana no es marginal ni anecdótica: es constitutiva de nuestra identidad común”, afirmó.
La mesa redonda reunió a figuras clave del pensamiento y el arte romaní. La escritora Noelia Cortés denunció con claridad los estereotipos que aún condicionan la percepción pública: “No quiero que me den voz, quiero tenerla yo. No quiero ser una gitana ‘excepcional’ por escribir; lo raro es que no se conozca la literatura gitana”. Reivindicó la asesoría creativa en instituciones culturales para evitar que “otros sigan contando y cobrando por nuestra historia”.
La actriz Coco Reyes emocionó con su testimonio personal sobre la exclusión en el mundo audiovisual: “Me han rechazado papeles de gitana porque no aparento serlo, o me han ofrecido escenas que a otra gitana nunca le darían. En el cine español sigue mandando el estereotipo”. Desde su experiencia en la compañía Gitana Escena, pidió que la inclusión real comience en la otra orilla: “Ya no basta con que nos inviten a la mesa: queremos decidir el menú”.
El musicólogo Reinaldo Fernández aportó una perspectiva histórica y académica: “El flamenco, sin el pueblo gitano, no sonaría como suena. Es una cultura que ha nutrido a Lorca, a Falla, a Picasso… La historia del arte en España no puede contarse sin lo gitano”.
La clausura del acto corrió a cargo de la ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz, quien citó versos de Lorca para subrayar que “el pueblo gitano no es un símbolo decorativo, es raíz y fuerza de nuestra cultura”. Defendió políticas públicas basadas en la evidencia y en la escucha, como los itinerarios de inclusión realizados junto al Secretariado Gitano: “El arte es memoria, pero también herramienta de transformación”.
El acto concluyó con la actuación del cantaor Kiki Morente, cuya voz puso el broche de oro a una jornada donde la emoción, el conocimiento y el compromiso se dieron la mano. Tras el recital, los asistentes compartieron un vino español en el patio de la Peña, entre abrazos, reivindicaciones y duende.