La Cofradía del Silencio cerró el jueves de Pasión al paso de los sones de un tambor y dos timbales
Fotos y vídeos Paulino Martínez Moré
A las 12 de la medianoche y desde la iglesia de la Encarnación salía el Crtisto de la Buena Muerte conocido con el seudónimo de la procesión del Silencio. Una de las procesiones más destacadas por tener apagado el alumbrado público de la ciudad, caminando a oscuras por calles y plazas al paso que marcaban de los sones de un tambor y dos timbales, en medio de un silencio que hacía referencia al respeto por la muerte de Jesucristo.
Los casi 140 nazarenos que integraban este cortejo iban vestidos de negro al ir de luto por la muerte de Jesús. Capillo y túnica negra y cíngulo ancho de esparto.
El Santísimo Cristo de la Buena Muerte de Motril, obra confeccionada en 1954 por Domingo Sánchez Mesa en madera policromada con un tono marfil y semejante al Cristo de Mora, iba sobre un trono en madera confeccionado en los talleres de Aldo Ceretta, salido de las manos de Rafael López Usero y llevado solemnemente por 68 portadores.
La Cofradía del Silencio practica lo que se denomina el «diezmo a la inversa», es decir, de todos los beneficios que obtiene el 90% se dona en caridad y el 10% restante lo aporta en mejoras para la cofradía.