Granada: El TSJA da un respiro a Juana Rivas y aplaza hasta el viernes la entrega de su hijo
Francesco Arcurri subiendo al coche del abogado Enrique Zambrano sin su hijo. Reportaje Ramón Martín (Motril@Digital)
Granada.- Juana Rivas ha ganado algo de tiempo. El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) ha decidido este martes aplazar hasta el viernes la entrega de su hijo menor al padre, Francesco Arcuri, tras una solicitud urgente presentada por su defensa. Una prórroga breve, pero que llega como un leve alivio para una madre que, una vez más, se encuentra al borde del abismo.
La entrega, prevista para hoy, había desatado una enorme tensión emocional. El menor, que según ha trascendido se niega rotundamente a reencontrarse con su progenitor, debía ser entregado a pesar de que Arcuri tiene pendiente un juicio en Italia por presuntos malos tratos. La defensa de Rivas ha insistido en que el niño no solo está asustado, sino que su voluntad y bienestar no están siendo suficientemente tenidos en cuenta por el sistema judicial.
Apenas unas horas antes, el Tribunal Constitucional había rechazado admitir a trámite el último recurso presentado por Juana Rivas. Con la vía ordinaria agotada, el reloj corría en su contra. Sin embargo, el TSJA ha optado por flexibilizar la orden de entrega, permitiendo unos días más de margen para explorar posibles vías legales o institucionales que puedan cambiar el rumbo de este proceso.
Desde su entorno, la decisión ha sido recibida con “alivio contenido”. No es una solución, pero sí una pausa. La familia y los abogados de Rivas continúan trabajando a contrarreloj con la esperanza de evitar lo que consideran un error irreversible.
Este nuevo capítulo revive inevitablemente el verano de 2017, cuando Juana Rivas saltó a la esfera pública tras negarse a entregar a sus hijos alegando violencia de género por parte del padre. Ocho años después, las heridas siguen abiertas y la historia vuelve a repetirse, con un menor en el centro de una batalla judicial que no parece tener final claro.
El viernes será una fecha clave. Mientras tanto, crecen las voces que piden una revisión profunda de la legislación en torno a los procesos de custodia internacional, especialmente cuando están en juego el miedo, la voluntad y la protección de un menor.