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El fuerte poniente vacía las playas de la Costa Tropical y obliga a izar la bandera roja

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Motril@Digital.- En la Costa Tropical el verano pareció dar un respiro. Después de varias jornadas de calor intenso, las temperaturas se suavizaron y el mercurio no pasó de los 28 grados durante el día, con mínimas de 21 en la madrugada. Sin embargo, lo que más se hizo notar fue el viento de poniente, que no dio tregua y acabó marcando la jornada.

Desde primera hora de la mañana, las rachas de viento se dejaron sentir con fuerza en la primera línea de playa. El aire arrastraba arena, levantaba sombrillas y hacía que la sensación térmica fuese mucho más fresca de lo que marcaban los termómetros.

A mediodía, la imagen era insólita para un final de agosto: playas semivacías, apenas unos bañistas resistiendo entre toallas voladoras y un oleaje que rompía con violencia contra la orilla. En muchos puntos del litoral ondeaba la bandera roja, prohibiendo el baño, mientras que en otros se optó por la amarilla, con advertencias constantes de los socorristas para que nadie se confiara.

“Con este viento es imposible estar aquí”, comentaba resignado un matrimonio que recogía sus sillas de playa en Salobreña. Muchos optaron por buscar refugio en los paseos marítimos o trasladar la jornada a terrazas y chiringuitos, más resguardados de las rachas de poniente.

El ambiente fue distinto al de cualquier otro día de verano: más tranquilo, más vacío y con esa mezcla de incomodidad y alivio que deja el poniente. Incomodidad porque el viento arruinó la jornada de playa, pero alivio porque refrescó el aire y dio un respiro tras semanas de calor sofocante.