El Fandi reina en Granada, mientras Pablo Aguado y Roca Rey cumplen con los que les tocó en suerte
Fotos Ramón Ignacio Martín Corral
Ramón Ignacio Martín Corral.– David Fandila ‘El Fandi’ volvió a brillar en su Plaza de Toros de Granada con una tarde cargada de entrega y buen toreo. En su primer toro de Victoriano del Río, ‘El Fandi’ abrió la faena de rodillas con una larga cambiada, seguido de un variado recibimiento capotero. A pesar de la falta de raza y fuerza del animal, el granadino logró compensar con habilidad en el manejo del capote. En el tercio de banderillas, mostró su eficacia y poderío habitual, levantando la ovación del público. La faena en redondo de rodillas fue exigente y técnica, sacando partido a la nobleza del toro. Sin embargo, el fallo con la espada le impidió cortar orejas, quedándose con una merecida ovación.
Andrés Roca Rey enfrentó al segundo toro de la tarde, también de Victoriano del Río. El animal, sin transmisión y suelto, dificultó el lucimiento del peruano en los primeros compases. Tras un corto tercio de varas, Roca Rey llevó al toro a los medios y realizó un quite por tafalleras, rematando con una brionesa. La faena de muleta comenzó con un inicio variado y solvente, destacando sobre la mano derecha con pases largos y templados. A pesar del buen hacer del peruano, el toro terminó viniéndose abajo. Roca Rey, sin rehuir de la pelea, demostró autoridad y remató la faena con una estocada caída.
El sevillano Pablo Aguado se encargó del tercer toro, que salió más parado y sin celo. Aguado aprovechó esta condición para torear a la verónica con mucha despaciosidad. Durante el tercio de varas, el toro derribó al caballo, mostrando peligro. Aguado toreó con limpieza y torería, logrando pases de gran calidad que resonaron en los tendidos. Una estocada entera le valió la primera oreja de la tarde, en reconocimiento a su elegante labor.
‘El Fandi’ volvió al ruedo con el cuarto toro, que recibió de rodillas con una larga cambiada. El granadino mostró su variado repertorio capotero, levantando el tono de su actuación. En el tercio de banderillas, demostró sus facultades ante un toro que galopó con intensidad. Brindó al público de Granada antes de comenzar una faena llena de entrega a un toro que respondió bien y se vino de largo en las tandas por el pitón derecho. La faena, jaleada por el público, culminó con una tanda de toreo en redondo de rodillas, cerrando con una estocada tras un pinchazo, lo que le valió cortar dos orejas.
Roca Rey enfrentó al quinto toro de la tarde, un animal complicado que no facilitó su labor. Recibió al toro con un extenso saludo capotero, seguido de un arriesgado quite por saltilleras. Aunque el toro se rajó al inicio de la faena, Roca Rey puso todo de su parte, logrando ligar pases importantes y tirando de la embestida del animal hasta enculado en tablas. Pasaportó al toro con una estocada entera, obteniendo una oreja por su esfuerzo
Pablo Aguado cerró la tarde con el sexto toro, que salió al galope pero al que no pudo estirarse debido a su fuerza. En la muleta, Aguado mostró delicadeza y torería, conduciendo la embestida del Victoriano con templados pases de pecho. La faena incluyó molinetes y ayudados que conectaron con el público, aunque perdió el triunfo tras un pinchazo y una media estocada tendida.
La tarde en la Plaza de Toros de Granada fue un claro ejemplo de la pasión y maestría que traen los grandes toreros a la arena, con momentos destacados y faenas llenas de entrega y técnica.