El Covirán Granada cae con claridad ante un Baxi Manresa superior pese a su reacción final (83-68)
Foto Ramón Martín (Motril Digital)
El Covirán Granada volvió a tropezar en su visita al Nou Congost (83-68) en un encuentro en el que nunca logró sentirse cómodo. El equipo andaluz mostró una versión irregular, lastrado por su falta de acierto y por los errores en ataque que permitieron al Baxi Manresa tomar el control desde los primeros minutos.
El arranque fue frío y con poco ritmo por parte de ambos conjuntos, pero el Granada se vio rápidamente superado por la intensidad local. Un triple de Steinbergs y un 2+1 de Obasohan abrieron la primera brecha en el marcador, y los fallos continuos en el tiro visitante —especialmente en los lanzamientos exteriores— impidieron cualquier reacción. El primer cuarto se cerró con ventaja clara para los catalanes (20-11).
En el segundo parcial, el equipo de Ramón Díaz intentó cambiar la dinámica alternando defensas, pero siguió sin encontrar soluciones ofensivas. Con un pobre 6 de 27 en tiros de campo, el Covirán fue incapaz de aprovechar sus rebotes ofensivos y se marchó al descanso con una desventaja considerable (41-24).
Tras el paso por vestuarios, el Granada mostró algo más de carácter y redujo momentáneamente la diferencia gracias al empuje de Rousselle y Valtonen, pero el acierto de Plummer volvió a frenar cualquier intento de remontada. El escolta puertorriqueño, letal desde el perímetro, lideró un nuevo estirón local que dejó el partido prácticamente decidido.
En el tramo final, los granadinos aprovecharon la relajación del Manresa para maquillar el marcador y mejorar sus sensaciones, sobre todo en el rebote. Sin embargo, la reacción llegó demasiado tarde. La derrota deja al Covirán con deberes por hacer: necesita más continuidad, precisión en el tiro y firmeza defensiva si quiere competir con garantías en la ACB.