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Antonio Peralta Gámez: «El órgano de la Iglesia Mayor de Motril: su espacio sigue vacío»

REFLEJOS MUSICALES

Antonio Peralta Gámez (Presidente de la Asociación Musical de la Costa Tropical):  Todas las personas que visitan la Iglesia Mayor de Motril habrán visto una bonita balaustrada de madera oscura que es lo primero que el visitante observa entrando por la puerta que da a la Plaza de España. No se trata de un balcón para asomarse: era la antigua tribuna que protegía al organista y al órgano  colocado en el hueco allí existente y que remata un arco ojival.

En este sitio venía prestando sus servicios desde el año 1640  un viejo órgano construido por el organero Gaspar Fernández de Prados pero resultó malo y duró poco tiempo, por ello los beneficiados de la Iglesia Mayor, ante su mal funcionamiento y el hazme reír de los feligreses, se vieron obligados a sustituirlo por otro cuya “hechura empezó a tratarse el año 1766 que es el actual tomándose como modelo el de San Felipe Neri de Granada- Costó 19.000r. Dándole además el órgano viejo” (Apuntes de la Historia de Motril de Antonio Ramón Micas).

La Iglesia Mayor ha disfrutado de órgano desde el tiempo de su construcción empezada el año 1510 y finalizada el 1514. El primer órgano que tuvo la iglesia data como mínimo de los años 1521 y 1522; fue construido por el organero de la catedral de Granada, Bartolomé Alguacil y su primer organista fue Juan Palomares.

Para suplir el mal estado de los órganos que ha tenido la Iglesia Mayor “sus beneficiados traían del Real Santuario de Nª Sª de la Cabeza de esta Ciudad, el organito pequeño que a devoción de sus Capellanes hay en él, y habiendo servido en dicha parroquia un corto tiempo, se ha devuelto a dicho Real Santuario, a solicitud de los referidos Capellanes”.Queda claro que en el Real Santuario de la Virgen de la Cabeza también existió un órgano pequeñito, seguramente positivo.

Desgraciadamente la barbarie, la incultura y el anticlericalismo del algunos elementos en los primeros meses de la Guerra Civil Española e incluso algunos años antes con la victoria en las urnas del Frente Popular logró que la mayoría de los conventos e iglesias de la provincia de Granada y  otros muchos sitios de España fueran asaltados  o quemados. Entre los objetos destruidos los órganos y retablos fueron los preferidos.

También el hermoso órgano barroco, último que disfrutaron los motrileños en la Iglesia Mayor, con su retablo, altares y demás elementos religiosos corrieron la misma suerte. La pianista motrileña Inés Ruiz Molina que llegó a tocarlo me contaba que tenía una magnífica trompetería y que su sonido hacía que se oyeran unos angelitos que pendían en sus tubos altos. El profesor de piano de Inés, Francisco de Paula Rodríguez Martín también  tocó aquel órgano ayudado por el padre de su alumna, a la sazón sacristán de la Iglesia.

La belleza de este órgano barroco de estilo español solo podemos contemplarla en una vieja miniatura existente en el Portafolio fotográfico de España, Ed. Alberto Martín, Barcelona 1906-1910. Es lo único que nos ha quedado y que gracias a ella perdurará en nuestra memoria para siempre.

Pero en la Iglesia Mayor sigue la tribuna con sus balaustres y su hueco ojival esperando que algún día sea la salvaguarda de un nuevo órgano.

Afortunadamente, todo lo destruido en la Iglesia Mayor se ha repuesto. Las cofradías son un modelo de buenas intenciones para hermosear sus pasos.  Pero ¿podremos los motrileños alguna vez oír la Tocatta y fuga en re menor de Juan Sebastián Bach tocada en el órgano de la Iglesia Mayor de Motril?.

Ojalá llegue un día en el que la Iglesia, el Municipio y, por qué no, alguna entidad económica unan sus esfuerzos para que una infraestructura cultural de primer orden como es la adquisición de un buen órgano para la ciudad de Motril sea una realidad.