Almuñécar: La familia de Francisco Pérez Bedmar pide que se investigue si su desaparición guarda relación con “Dinamita Montilla”
El 22 de marzo de 2024, Francisco Pérez Bedmar, un hombre de 87 años vecino de Almuñécar, salió como cada tarde a caminar desde la plaza de San Cristóbal hacia Cotobro. Era un trayecto habitual que conocía de memoria. Pero aquella tarde, alrededor de las 20:00 horas, se desvaneció sin dejar rastro. Desde entonces, ni su gorra, ni su teléfono móvil, ni ninguna otra pista ha permitido reconstruir los pasos finales de Francisco.
La desaparición movilizó de inmediato a su familia y a las autoridades locales. Patrullas de la Guardia Civil, Protección Civil y grupos de voluntarios han peinado la costa y zonas interiores durante semanas. A día de hoy, la búsqueda continúa activa, aunque sin avances significativos.
Los familiares de Francisco, convencidos de que aún queda mucho por esclarecer, organizaron una marcha-homenaje en su memoria. Además, solicitaron formalmente que la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil se hiciera cargo de la investigación, al considerar que podrían existir indicios de intervención de terceros.
Las hipótesis iniciales apuntaban a un posible accidente: una caída al mar provocada por un desvanecimiento, quizás. Pero la falta absoluta de pistas físicas y el perfil meticuloso del anciano —caminante habitual, cuidadoso, y en buena forma— han hecho que esa línea se diluya con el tiempo.
En paralelo, el eco de otro nombre ha resonado entre algunos sectores del público: José Jurado Montilla, más conocido como “Dinamita Montilla”, un asesino múltiple condenado a 123 años de prisión por crímenes cometidos entre 1985 y 1987. Fue liberado en 2013 por la derogación de la doctrina Parot, y desde entonces, ha vuelto a estar vinculado a delitos graves. En 2022, se le imputó el asesinato de un joven en Málaga, y en 2024 fue detenido por su presunta implicación en la desaparición y muerte de Ester Estepa.
A pesar de su historial y de la alarma social que genera su nombre, hasta la fecha no existen pruebas, ni indicios oficiales que relacionen a “Dinamita Montilla” con la desaparición de Francisco Pérez Bedmar. Tampoco figura su nombre en las diligencias conocidas ni en las declaraciones familiares. Las autoridades, por su parte, no han emitido ninguna vinculación directa entre ambos casos.
Sin embargo, la inquietud permanece. La familia de Francisco insiste en que no puede descartarse la participación de terceros, y pide que se agoten todas las vías de investigación posibles, incluso aquellas que puedan parecer improbables.
Casi un año y tres meses de su desaparición, Francisco sigue sin aparecer, y su caso continúa envuelto en una dolorosa incertidumbre. Mientras tanto, su entorno más cercano mantiene viva la esperanza de obtener respuestas.