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Motril: María Jesús Granados encadenada a una palmera abandona su protesta por cuestiones de salud

Vecinos de Arenas de Poniente mantienen su lucha por la accesibilidad pese a la retirada de su portavoz por problemas de salud

La presidenta de la asociación de vecinos de la urbanización Arenas de Poniente, en la playa de Motril, María Jesús Granados, se ha visto obligada a abandonar la protesta que mantenía desde el 23 de septiembre, tras encadenarse a una palmera para exigir al Ayuntamiento el cumplimiento de la ley de accesibilidad en la zona. La retirada de Granados fue recomendada por un médico debido a problemas de salud preexistentes, agravados durante la semana de protesta.

Aunque la presidenta ha dejado la acción simbólica, ha asegurado que la reivindicación sigue en pie y que los vecinos continuarán su lucha por una solución. De hecho, han anunciado que llevarán el caso a un gabinete jurídico para presionar al Ayuntamiento en busca de una respuesta definitiva.

El origen de la protesta radica en los graves problemas de accesibilidad que sufre la urbanización, que cuenta con 119 viviendas habitadas de forma permanente. Los vecinos denuncian que la única calle de acceso a la urbanización es tan estrecha que impide la entrada de vehículos de emergencia, lo que pone en riesgo la seguridad de los residentes. Ejemplos recientes incluyen la evacuación a pie de un vecino que necesitaba atención médica urgente y la imposibilidad de que un coche fúnebre accediera para recoger a una persona fallecida. Incluso los bomberos se han encontrado incapaces de actuar con normalidad en situaciones de emergencia, como un incendio ocurrido hace algún tiempo.

La principal demanda de los residentes es el ensanchamiento del vial de acceso. Esto requeriría el retranqueo de un muro que separa la urbanización de un hotel colindante, ya que dicho muro se encuentra en mal estado y bloquea cualquier posibilidad de ensanchar la calle. Aunque el Ayuntamiento había propuesto eliminar algunos alcorques para crear más espacio, los vecinos consideran insuficiente esta medida y abogan por una solución más profunda y efectiva.

A pesar de los intentos de negociación con la mediación del Defensor del Pueblo Andaluz, los problemas de accesibilidad en Arenas de Poniente siguen sin resolverse. Los vecinos temen que cualquier retraso en la implementación de una solución pueda tener consecuencias graves para la seguridad de la comunidad. Por ello, y aunque María Jesús Granados haya tenido que cesar su protesta física, la presión de los residentes sobre las autoridades locales no cesará hasta que se logre una solución definitiva.