Motril: El Plan PARRA de la Junta convierte el agua regenerada de depuradoras en alivio para los agricultores ante la sequía
Ante la creciente escasez de agua que afecta al campo andaluz, el Plan PARRA de la Junta de Andalucía se perfila como una de las principales herramientas para garantizar el riego y la continuidad de los cultivos. Esta iniciativa, dotada con 165 millones de euros, permitirá transformar el agua depurada en un recurso útil para la agricultura, ofreciendo una alternativa real y sostenible a los regantes que sufren cada vez más las consecuencias de la sequía.
La Consejería de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural ha recibido 39 proyectos de comunidades de regantes interesados en acogerse a este plan, cuyo objetivo es financiar la construcción de tratamientos terciarios en las depuradoras y de conducciones específicas que lleven el agua regenerada directamente hasta las explotaciones agrícolas. De este modo, los agricultores podrán disponer de un caudal estable y seguro que complemente los recursos tradicionales, cada vez más limitados.
El consejero Ramón Fernández-Pacheco, ha destacado que la respuesta del sector demuestra “la necesidad urgente de nuevas fuentes de agua para salvar cultivos y mantener la actividad agraria”. Las propuestas registradas abarcan siete de las ocho provincias andaluzas —todas salvo Cádiz— con iniciativas que ahora serán evaluadas para determinar su viabilidad y adecuación a la convocatoria.
El Plan PARRA forma parte de una inversión global de 317 millones de euros, destinada no solo a impulsar el uso de agua regenerada, sino también a modernizar el regadío y facilitar la construcción de balsas de almacenamiento más próximas a las explotaciones. A estas medidas se suma el Plan RegadíA, con 140 millones, orientado a reforzar la eficiencia de los sistemas de riego y preparar al sector frente a futuras sequías.
Según Fernández-Pacheco, esta batería de actuaciones responde a una “demanda clara de los agricultores, que necesitan más recursos hídricos y más herramientas para garantizar sus producciones y mantener la rentabilidad y el empleo”. Con el Plan PARRA, la Junta de Andalucía ofrece una solución concreta y sostenible a los problemas de falta de agua, convirtiendo la regeneración en una oportunidad para asegurar el futuro del campo andaluz.

