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Miriam Sae: “Quiero que mis canciones sirvan de abrazo a quien las necesite”

Reportaje Ramón Martín

La cantante granadina Miriam Sae consolida su trayectoria con una propuesta artística personal que reivindica el cuidado de las letras en la música, la identidad cultural y la autenticidad emocional.

La artista emergente Miriam Sae, con raíces granadinas y formación internacional, avanza en su carrera musical con un discurso que combina sensibilidad, compromiso y experimentación. Desde muy joven estuvo ligada al escenario, acompañando a su madre, la también cantante Sara Sae, en giras internacionales. Sin embargo, fue en 2018, durante una gira por México, cuando decidió dar el paso hacia la música como profesión.

“Ese recibimiento fue espectacular. La gente cantaba nuestras canciones, nos arropaba… Sentí que eso era lo que quería hacer en la vida”, relata Miriam.

Su madre ha sido su primera maestra. “Siempre me ha dado libertad, pero también consejo. Ha sufrido mucho en esta profesión y me orienta sin imponer. Se lo agradezco profundamente”, afirma. En su formación también fue clave la pedagoga Teresina Jordá, a quien recuerda con emoción: “Era una profesora entregada. Te enseñaba sin que lo pareciera”.

Estilo musical con raíces y fusión

Miriam Sae define su estilo como un pop con rasgos orientales y pinceladas flamencas. Reconoce influencias diversas: desde Adele o La Oreja de Van Gogh hasta Rihanna o la música de Feiruz, sin olvidar a figuras como David Bisbal o la familia Morente, con quienes comparte vínculos personales y culturales.

Sobre su proceso creativo, explica: “Compongo sola, normalmente. Es cuando estoy más en mi mundo, con mis pensamientos y vivencias. A veces me llega una melodía, una frase… y corro a grabarla o escribirla. Luego la desarrollo poco a poco”. Reconoce que el trabajo colaborativo con productores o letristas le cuesta más, pero lo afronta como parte del aprendizaje.

Letras con mensaje y poesía

Sus canciones abordan temáticas como el empoderamiento, la desconfianza o la vulnerabilidad emocional. A menudo se basan en experiencias propias o de personas cercanas. Además, ha musicalizado poemas de autores como Pablo Neruda o Manuel Salinas, reivindicando el vínculo entre poesía y música como una forma de expresión íntima y comprometida.

En ese sentido, Miriam defiende con claridad la necesidad de cuidar las letras en la música actual. “¿Por qué tenemos que insultar, denigrar o tratar a las personas como objetos en nuestras canciones? Podemos hacer cualquier género musical, pero sin fomentar el odio ni pisotear a nadie”, subraya.

Nuevos trabajos y conexión digital

Su primer single, Ya no confío, contiene un mensaje dual. “Por un lado habla de la desconfianza en alguien que te ha fallado, y por otro, de una sociedad que promete pero no cumple”, explica.

En cuanto a futuros proyectos, adelanta que está en plena fase creativa y quiere mantener el factor sorpresa. Eso sí, anticipa que sus próximos trabajos tendrán un sello “más granadino”. También ha confirmado una colaboración con otro artista, aunque aún no puede revelar más detalles.

Miriam considera que las redes sociales son una herramienta fundamental para los artistas emergentes. “Antes era más difícil llegar al público. Ahora, si sabes usarlas, puedes conectar con mucha más gente”, dice. Asegura sentirse arropada por una pequeña comunidad de seguidores fieles, con la esperanza de que siga creciendo.

Mirada al futuro: crecimiento sin perder la felicidad

Cuando se le pregunta por el futuro, responde con claridad: “Quiero seguir siendo feliz con lo que hago. No me serviría crecer si eso me hace infeliz. Nací para cantar y quiero seguir transmitiendo lo que siento con mis canciones”.

También está abierta a explorar otros campos como el cine o la producción musical: “El teatro me llama menos, pero el cine y producir me encantaría. Todo lo que sea aprender, me interesa”.