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«MÁS DE LO MISMO» por Miguel Ávila Cabezas

Miguel Ávila Cabezas.– La escena se halla, evidentemente, vacía. Pues ¿para qué la vamos a revestir de algo? ¿No es suficiente con ella misma, con su estar, con su paciente presencia aguardando siempre la aparición por el foro, los laterales o incluso desde el mismo patio de butacas del personaje que ahora llega (por donde sea) y se sitúa bajo el cenital central de los tres que iluminan el espacio asignado a la representación? El nuestro es un personaje dual, es decir, un político ambivalente. O, si se me apura, trivalente. Por ello, en función de sus concretas intervenciones y sus desplazamientos a derecha o izquierda, lo distinguiremos con las letras AB y BA respectivamente. Cuando no se distinga como ninguno de los dos, habrá de situarse en el espacio que ilumina el cenital intermedio. En tal caso, lo identificaremos como el personaje CC. En definitiva, y parafraseando a Den Xiaoping, no importa que el gato sea blanco o negro, lo importante es que cace ratones. A saber, con qué artimañas retóricas el ambiguo gato los consigue atraer a su particular terreno dialéctico.

CC: Tiene la palabra el representante de la oposición.

AB/BA: ¿De cuál de ellas?

CC: ¿Cómo que de cuál de ellas? De la única oposición que existe. ¿Es que acaso no se han puesto ustedes de acuerdo?

BA: Permítame que le diga, señor presidente, que está usted ciertamente confundido. Aquí no hay un solo representante de la oposición, sino dos: la mía y la del mastuerzo que tengo ahí enfrente.

AB: ¿Mastuerzo? ¿Ya empezamos? ¿No he abierto todavía la boca y ya me estás insultando, pedazo de papanatas?

BA: ¿Papanatas? ¿Qué es eso de papapanatas? Signifique lo que signifique, papanatas lo será, con todas las aes del abecedario, quien tú ya sabes.

CC: Señorías, señorías, por favor, moderen su lenguaje o me veré obligado a retirarles la palabra.

BA/AB: ¿A cuál de los dos?

CC: A los dos porque los dos están cayendo en el lodazal del insulto.

BA: Permítame, señor presidente, que le haga una pregunta: ¿qué es más insulto “papanatas” o “mastuerzo”? Para mí resulta meridianamente claro que papanatas, con tanta a impúdica como contiene la palabreja, es un insulto de mayor entidad y solidez que mastuerzo. A fin de cuentas, considero que tildar de mastuerzo a ese de ahí (señala al vacío) suena incluso a halago.

CC: Yo no respondo a preguntas de ninguno de los comparecientes pues, como ustedes comprenderán, en razón de mi cargo, no me puedo decantar por ninguno de los dos. Considero, en definitiva, que tanto “mastuerzo” como “papanatas” son insultos que poseen la misma carga de intencionalidad nociva. Y, por otra parte, no procede que yo tenga que hacer valoraciones o matizaciones de carácter semántico. Así que limítense a intervenir como corresponde: con respeto, consideración y buen uso del lenguaje.

AB: Pero, señor presidente, convendrá usted conmigo en que nada más abrir su turno de palabra (con retintín) el digno representante de la oposición, ese que está al otro lado, ha sacado su navaja choricera para señalarme ante todos los aquí presentes como un mastuerzo. Y no contento con eso ha aludido a quien, según él, supuestamente yo sé, que no sé quién pueda ser, aunque me imagino a quien se refiere. Y eso a él ni a nadie se lo permito ni aquí ni en la calle. No sé si me explico correctamente.

BA: No. No te explicas correctamente por la sencilla razón de que todo lo que dices ahora y lo que llevas diciendo desde siempre es un rosario interminable de insensateces dictado por los insensatos y tontos de los que te rodeas.

AB: Esto ya es demasiado, señor presidente. De mastuerzo a insensato y tonto. ¿Cuántos sapos y culebras te quedan por escupir todavía, estúpido de mierda? (Se desplaza al otro extremo con la intención de agredirlo e indefectiblemente se topa con el vacío.)

BA: (Se lanza hacia el extremo contrario con los dos puños preparados para golpear, pero lo único que consigue es lo mismo que AB: nada, más vacío aún.) Dale gracias a Dios que no te pillado porque si te pillo…

AB: Si me pillas, qué. Anda, ven aquí si tienes lo que hay que tener.

CC: (Definitivamente irritado.) Bueno, señorías, se acabó ya este rifirrafe absurdo en el que se han enfrascado. Así que les retiro la palabra. Por cierto, ¿qué hay de los presupuestos?

AB/BA: ¿De los presupuestos? No nos haga reír, señor presidente.