La San Silvestre de Motril, mucho más que una carrera: una fiesta que une a la ciudad
Fotos Paulino Martínez Moré
Motril Digital.– La San Silvestre Ciudad de Motril volvió a demostrar que hay carreras que se miden en sonrisas, no en cronómetros. Una prueba donde convergen y se fusionan dos almas: la competitiva, la de quienes buscan exprimir cada zancada, y la puramente participativa, en la que lo verdaderamente importante es disfrutar, reír y compartir, muchas veces bajo un disfraz que convierte el asfalto en escenario.
Pequeños y mayores, familias al completo y grupos de amigos se dieron cita para transformar una convocatoria deportiva en una auténtica fiesta popular. Calles llenas de color, de música improvisada y de complicidad entre quienes entienden que correr también puede ser una forma de celebrar juntos.
Ni el frío ni la lluvia lograron apagar la ilusión de un millar largo de ciudadanos que quisieron formar parte de la comitiva de esta San Silvestre tan especial. Porque aquí no se trataba de ganar una supuesta prueba atlética, sino de pasarlo en grande, de cerrar el año con alegría y de recordar que el deporte, cuando se vive así, une, contagia y deja huella.
Un éxito que confirma el acierto del Área de Deportes del Ayuntamiento de Motril, que con su apuesta decidida por la San Silvestre ha sabido crear un evento que, año tras año, se va moldeando de manera natural hasta convertirse en la fiesta emblemática que marca los prolegómenos de la Navidad en la ciudad.

