El Grupo de Combate Expedicionario ‘Dédalo’ opera bajo mando de la Alianza en aguas del Mediterráneo
Durante dos jornadas, los buques españoles navegarán bajo el mando y control de las Fuerzas Navales de Ataque y Apoyo de la OTAN y se adiestrarán juntos en ataques simulados de largo alcance con fuego real.
Los días 26 y 27 de junio, el Grupo de Combate Expedicionario ‘Dédalo’ se integrará en las Fuerzas Navales de Ataque y Apoyo de la OTAN (STRIKFORNATO), con sede en Oeiras (Portugal), para realizar las actividades operativas conjuntas Neptune Strike 25 —de carácter defensivo— en aguas del Mediterráneo, como una clara señal del compromiso español con la Alianza y la seguridad marítima.
Bajo el mando y control de STRIKFORNATO, los buques que componen el ‘Dédalo’ ejecutarán ataques de largo alcance desde el Mediterráneo central sobre zonas de entrenamiento con fuego real en Croacia, Eslovaquia y Rumanía. En este contexto, las misiones de vuelo de los aviones cazas de dotación que despeguen del buque portaeronaves y de asalto anfibio `Juan Carlos I´ —insignia del ‘Dédalo’— contarán con el apoyo de controladores multinacionales de ataque terminal conjunto (JTAC) en tierra en Croacia, Eslovaquia y Rumanía. Estos JTAC están cualificados para dirigir las acciones de aeronaves militares involucradas en apoyo aéreo cercano y otras operaciones aéreas ofensivas desde una posición avanzada. En el caso de Esloivaquia y Rumanía, los JTAC serán militares españoles de las misiones OTAN desplegadas en esos países.
Por otro lado, al utilizar también el espacio aéreo húngaro en estos ejercicios, una parte esencial de estas misiones de vuelo será el reabastecimiento en vuelo mediante el uso de aviones cisterna polivalentes proporcionados por la fuerza aérea italiana.
Al respecto de esta integración y la oportunidad de adiestramiento, el contralmirante Antonio González del Tánago de la Lastra—comandante del Grupo de Combate Expedicionario español— refiere que «la transferencia de autoridad de nuestro grupo operativo pone de manifiesto el compromiso sostenido de España con las medidas de disuasión y aseguramiento más amplias de la OTAN». Asimismo, considera que «el aumento de las capacidades de nuestras fuerzas refleja el exitoso proceso de mejora y adaptación a los nuevos retos de seguridad mundial en los últimos años. Con todo, las operaciones multidominio, combinadas y conjuntas con los aliados fomentan la interoperabilidad y la confianza mutua».
Dédalo 25
El Grupo de Combate Expedicionario Dédalo 25-2 se encuentra equipado, entrenado y alistado para intervenir en todos los dominios: marítimo, aeroespacial, terrestre, y ciberespacial, contando para ello con una amplia gama de medios y avanzada tecnología. Dichos medios, así como sus tácticas y procedimientos, son interoperables con el resto de los Ejércitos, así como con las Marinas y Ejércitos de países aliados. Además, es capaz de desplegarse por todo el mundo durante un largo periodo de tiempo y de llevar a cabo ataques de largo alcance en el campo de batalla multidominio (mar, aire, tierra), así como en el dominio cibernético.
Hasta el próximo 7 de julio se extenderá el despliegue del Grupo Dédalo 25-2, en aguas del Atlántico y del Mediterráneo, tras navegar por el estrecho de Gibraltar. En cuanto a su composición, está articulado en torno al LHD `Juan Carlos I´, que transporta cazas y helicópteros, acompañado por el buque de asalto anfibio LPD `Galicia´; la fragata multipropósito (FFGHM) `Blas de Lezo´, con capacidades mejoradas de defensa antiaérea; el buque de aprovisionamiento de combate (AOR) `Cantabria´, además de un Batallón Reforzado de Desembarco y una Unidad Aérea Embarcada.
Estos despliegues muestran la capacidad de la Armada para liderar y proyectar una fuerza expedicionaria en y desde la mar. Al tiempo, en su caso, pueden integrarse y operar con otras unidades o agrupaciones aliadas. Por ello, las fuerzas españolas forman parte de un reducido grupo países OTAN que pueden imponer la libertad de navegación y maniobra, asegurar los puntos de estrangulamiento marítimos y proteger la línea marítima de comunicaciones. Recientemente, la Armada española demostró estas capacidades con la aportación de sus medios al mayor ejercicio en vivo de la OTAN en 2025 —el Steadfast Dart— y también a la actividad operativa de vigilancia en tiempo de paz Neptune Strike, que se realiza de forma periódica en espacios marítimos de la OTAN.