El cielo atlántico une a Europa: EART 2025 muestra la fuerza de la cooperación aérea
Texto y fotografías:
Ramón Martín (Motril Digital)
Fotógrafo aeronáutico acreditado en el EART 2025 – Media Day, Base Aérea de Lanzarote
El Media Day del EART 2025 (European Air Refuelling Training), celebrado en la Base Aérea de Lanzarote, no fue una jornada cualquiera. Supuso una inmersión total en el corazón del poder aéreo europeo: una experiencia que combinó técnica, coordinación y una lección de humanidad entre naciones que, aunque distintas, vuelan bajo los mismos principios.
Lanzarote, escenario europeo del cielo
El amanecer en la base se abrió paso entre el sonido grave de los turbohélices del A400M. Las tripulaciones de media Europa repasaban listas de vuelo mientras el personal del EATC (European Air Transport Command) explicaba los objetivos del ejercicio: interoperabilidad, cooperación y eficiencia.
El lema que se repitió durante toda la jornada —“Entrenar juntos para operar juntos”— reflejó la esencia del entrenamiento conjunto europeo y la base de la seguridad aérea del continente.
El EART 2025, integrado en el ejercicio Ocean Sky, reunió a las principales flotas cisterna del continente: el A400M español, el A330 Phénix francés, el KC-767 italiano y el KC-30M de la unidad multinacional con base en Eindhoven.
Junto a ellos, más de cincuenta cazas de distintas naciones aliadas participaron en simulaciones de reabastecimiento en vuelo, defensa de activos y coordinación táctica sobre el Atlántico.
Una visión desde dentro
Veinte periodistas especializados embarcaron en el A400M del Ejército del Aire y del Espacio español, perteneciente al Ala 31, para acompañar una misión real de reabastecimiento en vuelo.
Durante tres intensas horas, la aeronave voló sobre el Atlántico en formación, con la rampa abierta, los arneses sujetos y la atención puesta en cada maniobra.
La jornada no estuvo marcada por la épica, sino por la precisión. Los movimientos eran exactos, medidos. Ver a los cazas aproximarse a escasos metros para recibir combustible, escuchar las comunicaciones tácticas y observar el silencio concentrado de la tripulación en los momentos críticos fue una auténtica lección de profesionalidad.
El A400M se mantenía estable, imponente, como una plataforma europea donde convergían años de desarrollo tecnológico y cooperación internacional.
Europa en el aire
Los mandos del EATC insistieron en un mensaje claro: la interoperabilidad no es teoría, sino práctica.
El general Frank Molar, comandante del EATC, destacó el valor del entrenamiento conjunto y el compromiso con la seguridad colectiva.
El coronel Guido Enrich, director del ejercicio, explicó el programa de mantenimiento transversal que permite a técnicos de distintas naciones trabajar sobre las mismas aeronaves bajo estándares comunes.
Por su parte, el teniente coronel Alberto Marconi detalló la estructura operativa: dos salidas diarias, procedimientos compartidos y una coordinación exacta entre controladores, pilotos y mecánicos para garantizar la seguridad y eficacia de cada vuelo.
El mensaje fue contundente: Europa ya no entrena por separado; entrena como una sola fuerza.
Un Atlántico como aula
La isla de Lanzarote ofrece un escenario único para este tipo de ejercicios. Su espacio aéreo amplio, libre y seguro permite realizar maniobras complejas que serían imposibles en el saturado cielo continental.
Aquí, los aviones cisterna operan con mayor libertad, los cazas entrenan en alta densidad, y las tripulaciones pueden ejecutar misiones de alta precisión con total seguridad.
Por ello, tanto España como el EATC consideran a Canarias un enclave estratégico para el entrenamiento conjunto europeo.
El valor del cisterna
Durante la jornada se destacó el concepto de HVAA (High Value Airborne Asset): los aviones cisterna son activos de alto valor, esenciales en cualquier operación moderna.
No son simples “camiones de combustible”, sino plataformas tácticas protegidas, cuya supervivencia y rendimiento determinan la capacidad de reacción de toda una coalición aérea.
En una era marcada por los misiles de largo alcance y la guerra electrónica, su protección y coordinación son factores decisivos.
Tres horas que definen una lección de cooperación
No se trató solo de presenciar un reabastecimiento aéreo, sino de comprender cómo Europa trabaja unida para mantener su libertad en el aire.
Desde la rampa del A400M del Ala 31, con el Atlántico extendiéndose hasta el horizonte, se hizo evidente algo que no se aprende en manuales: la aviación es el idioma común de quienes confían unos en otros a 25.000 pies de altura.
El EART 2025 no fue una simple demostración, sino una lección de técnica, cooperación y humildad.
Una muestra de que, en el cielo europeo, la unidad y la precisión siguen siendo las mejores armas para garantizar la seguridad compartida.

